El Papa Benedicto XVI desata la ira de los musulmanes

Tal y como paso con los cartones de mahoma,parece que de nuevo se va a encender la hoguera del odio musulman, aunque ahora es mas grave ya que es contra el lider de la iglesia catolica (que por cierto es mi iglesia) y todo por que El Papa les dijo la verdad sobre la yihad y mahoma:

Una oleada de indignación entre los musulmanes es la que ha desatado las palabras de papa Benedicto XVI sobre el Islam y el profeta Mahoma. Por todos los rincones del mundo islámico se alzaron voces críticas y una bomba detonó hoy frente a una iglesia en la Franja de Gaza.- El papa Benedicto todavía se encontraba en las nubes. Al avión de Lufthansa que transportaba a Roma al honorable pasajero aún le quedaban varias millas por recorrer cuando en tierra estallaba la oleada de indignación entre los musulmanes.
Primero fue Turquía, donde un líder espiritual musulmán calificó de "hostiles y provocadoras" las palabras del Papa sobre el Islam. Pero la disputa no había hecho más que empezar. En unas pocas horas la polémica se agudizó.
Ya en la tarde del jueves un portavoz del Vaticano intentó calmar los ánimos, pero todo fue en vano. Cuando se cumple año y medio desde que se puso al frente de la Iglesia católica, Joseph Ratzinger acaba de desatar con su discurso un conflicto abierto con el Islam.
Tampoco su predecesor, el polaco Juan Pablo II, estaba considerado demasiado moderado. En varias ocasiones se pronunció sobre el Islam y la violencia y condenó a los "rehenes del terrorismo". "No a la violencia en nombre de la religión", era el credo del anterior Papa, que pronunciaba con ira estas palabras alzando el puño. "Eso lo decía todo", opina un teólogo en Roma, "y los musulmanes sabían lo que quería decir". Pero el combativo polaco no fue más lejos.
Expertos vaticanos se dieron cuenta inmediatamente de que el discurso que Ratzinger pronunció en la universidad de Ratisbona había metido el dedo en la llaga. Según Marco Politi, un reputado vaticanista, la forma en que el Papa trata a los musulmanes es algo "rara". El diario "Corriere della Sera" sospechó inmediatamente que los líderes espirituales islámicos pudieran "condenar a muerte" al Papa, pero el tono de las acusaciones todavía no era demasiado fuerte.
Hasta hoy. La Organización de la Conferencia Islámica (OIC) acusó a Benedicto XVI de haber iniciado una "campaña de difamación" contra el Islam y el profeta Mahoma. El Parlamento paquistaní exigió que el pontífice retirara sus palabras. Mientras, los medios italianos señalaban que el conflicto parece estar fuera de control.
"En lo que respecta al profeta Mahoma y al Corán, Benedicto ha roto un tabú", intenta explicar el diario romano "La Reppublica". Es cierto que los líderes espirituales pueden hablar sobre la ética, la ideas sobre la paz o la política familiar de los demás, "pero nunca sobre los textos sagrados ni los dogmas" de otras religiones. Y sobre todo, las críticas al profeta Mahoma son un tabú.
La realidad es que Ratzinger, en su conflictivo discurso, remitió a las Suras del Corán y desenterró la vieja polémica sobre la Yihad. Como de pasada recogió un complicado debate entre la razón y la fe (su tema favorito). Entonces citó a un emperador bizantino medieval, que hace más de 600 años dijo que Mahoma sólo hizo "cosas malas e inhumanas". ¿Era consciente Benedicto XVI de los sentimientos que estaba hiriendo con sus palabras?
"Ratzinger ha abierto un debate", opinan en cambio los teólogos en Roma. "El Islam debe aclarar su relación con la violencia y la guerra santa". Desde hace tiempo se alzan voces en Roma que creen que sólo con el pedido de "diálogo" no se llegará más lejos en el tema del Islam y la violencia.
"Si hubiese atentados como los del 11 de septiembre en nombre del Dios cristiano, cada sacerdote de parroquia echaría pestes sobre ello desde el púlpito", opinó una fuente vaticana. Lo que se interpreta como un reclamo a los clérigos musulmanes para que hagan lo mismo. Algo que ya había pedido Juan Pablo II, el combativo polaco, aunque sin citas confusas y sabiondas del medievo.